Era esa persona, esa persona que cuestionaba mi cabeza todo el maldito tiempo, me resonabas en mis sesos y volvias a entrometerte en el único surco posible que quedaba en mis pensamientos, y todo eso... ¿cómo carajos lo hacías?, ¡explicame!, no... no aún, creo que sigo atrapada en tus ojos de profundidad infinita y ¡No puedo salir! que diablos hiciste, no creo que hayas sido tan ingenuo en embrujarme y así, quitarme lo poco que me quedaba de vida para unirla en tí, porque desde que volviste sos el aire de las mañanas frías en las que me cuesta respirar a causa de que no te levantas al lado mio, sos lo que me falta para hacer el verdadero calculo perfecto de lo que es el amor, sos el cielo, si... el cielo el que miro y quedo estúpida e inerte a toda acción que requiera de pensamientos lógicos. ¿Me enfermaste? no lo sé. Son cosas que no puedo contestar en este minuto delatante, quiero salir e imaginarme una vida sin vos, ¿Pero sabes que sucede?, ya salí, ya Traté de imaginarme una vida sin vos, y ¿sabés lo que pasó?, cuando comenze a pensar mis dias con tu eterna ausencia comenze a llorar sin desperdiciar una lágrima, todo caia en mi cara sin ninguna explicacion hacia los ajenos, trataron de ayudarme, pero mi falta de respiración los ahuyentó de manera eficaz (no se iban a hacer cargo de una joven pérdidamente enamorada sufriendo causantes del desamor), al fin me dejaron sola y cuando pude correr, corrí como una liebre en una pradera en busca de pastos mas fértiles, corrí y de mientras seguia llorando, seguia, seguia y seguia aún más de lo que te podes imaginar, el hecho de correr me hacia mas libre y me hacia olvidar lo castigada y horrible que seria mi vida sin alguién tan hermoso como vos, un ser excepcional en todos los aspectos, y la única persona que pudo darle amor y devolverle el calor a este corazón que estaba partido.